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¿Qué tanto le afecta la radiación de su teléfono móvil?
De un par de décadas a hoy, el uso del teléfono móvil se ha convertido en una prioridad para el desarrollo de las actividades diarias en millones de hogares en el mundo y pocas veces nos desprendemos de nuestros móviles o descansamos de ellos; sin embargo, debido a su uso constante nos preguntamos, ¿Qué riesgos implica para nuestra salud estar junto a un dispositivo largas horas del día?
Es importante saber que los celulares hacen uso de campos electromagnéticos de frecuencias altas para poder transmitir la voz o hacer uso de los datos por medio de las ondas de radio, estos campos son llamados “electrosmog”, y varios estudios demuestran que tienen efectos negativos sobre nuestra salud.
La Doctora Julia Ketteler es científica del Centro de Competencia de Campos Electromagnéticos de la Oficina Alemana para la Protección Contra Radiaciones, mejor conocida como la BfS, quien afirma que las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles pueden calentar los tejidos, generando molestias cutáneas que pueden alterar el estado normal de la piel generando brotes.
Por otro lado, encontramos esta aseveración: “Los campos electromagnéticos envían un impulso a las moléculas que componen nuestro cuerpo”, comenta Susanne Weg-Remers quien se desempeña como jefe del Servicio de Información sobre el Cáncer (KID) del Centro Alemán de Investigación del Cáncer en Heidelberg, ciudad Alemana.
En realidad, este impulso de moléculas hace que los átomos de las células se muevan mucho más rápido “Esto es básicamente el equivalente bioquímico del calor”, afirma Weg-Remers. Este calor, dice Ketteler, el cuerpo lo compensa de manera natural, lo que se conoce como termorregulación, pero su capacidad de balance llega hasta un punto determinado.
Para evitar dicho proceso en el cuerpo de los usuarios de los teléfonos móviles, sus fabricantes se ven en la obligación de cumplir reglas estrictas, en el caso de los Smartphones, por ejemplo, lo que se conoce como valor SAR (Tasa de Absorción Específica), no debe pasar los dos vatios por kilogramo de masa de tejidos; este valor SAR muestra cómo nuestro cuerpo absorbe la energía y con qué rapidez.
En este sentido, para el caso de los teléfonos móviles podemos entender que entre más bajo sea el valor SAR, menos radiación emitirá el dispositivo que usamos; así, la mayoría de los dispositivos que usamos están muy por debajo del promedio exigido para su fabricación.
Para dar un ejemplo de otro móvil, Xiaomi Poco F2 Pro, tiene un valor SAR de 0,79 W/kg, el iPhone 12 0,98 W/kg. E incluso el Samsung E1080 de 2009, está muy por debajo del límite legal con 0,64 W/kg, como lo muestra el BfS en un listado que publicó para conocimiento de los usuarios de telefonía móvil. (puede consultarlo en: https://bit.ly/3QDziuP)
Aunque estas emisiones han sido reguladas desde la aparición de los teléfonos, algunos usuarios han manifestado temor por la radiación y cómo ésta puede llegar a producir cáncer. Sin embargo, el BfS no ha encontrado relación alguna entre la radiación de un teléfono móvil con la aparición de cáncer en una persona.
Debemos tener en cuenta que existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de aparición de cáncer como comenta Weg-Remers, entre los cuales están los rayos UV o los rayos X, pero no es tan diferente a las infecciones producidas por el virus del papiloma humano (VPH), el consumo de tabaco y factores genéticos hereditarios.
“No hay pruebas que demuestren que los campos electromagnéticos emitidos por los teléfonos móviles puedan desencadenar cambios genéticos”, afirma Weg-Remers respecto a la posible aparición de cáncer por uso de dispositivos móviles.
Fuente Infobae
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