La ciencia por la recuperación de los océanos y mares

Por: Marcela Torres

Con el desarrollo tecnológico, industrial y económico que ha tenido el ser humano en los últimos siglos, han logrado grandes beneficios, pero a su vez grandes problemas que a pesar del desarrollo están poniendo en peligro no sola la existencia nuestra como especie, sino la de todos los seres vivos del planeta y la contaminación de los océanos es una de las preocupaciones que más importancia han tomado en las últimas décadas.

 

En la Universidad Autónoma de México, un grupo de investigación de la Facultad de Estudios Superiores ha desarrollado unos nanotubos creados a base de un mineral presente en la arcilla llamado haloisita junto con otro compuesto llamado magnetita la cual tiene fuertes propiedades magnéticas, estas dos combinadas logran absorber los contaminantes que se encuentran en el agua.

Yolanda Marina Vargas es la encargada de liderar el proyecto de la construcción de los nanotubos, estos tienen la capacidad de absorber bacterias, sustancias radiactivas, parásitos, virus, pesticidas, fertilizantes, fosfatos, fármacos incluso plásticos y desechos fecales, esto es una revolución en materia ecológica ya que es posible recoger elementos que no se podían distinguir al no teñir el agua.

 

Poco más de ocho años lleva la doctora Vargas dirigiendo la investigación en el laboratorio 11 de “Nanomateriales y Catálisis” en una unidad de investigación de la UNAM de México.

 

Al inicio de las investigaciones se emplearon tubos de haloisita (NTHs) para captar las sustancias dañinas de las residuales cuyo proceso se hace de manera natural, aunque inicialmente este proyecto que hace uso de la nanotecnología se concibió para la industrial textil para limpiar grandes cantidades de agua, se logró direccionar su finalidad para retirar del océano las partículas de petróleo dejadas por los derrames de crudo.

Luego de muchos esfuerzos investigativos, se logró descubrir que lo más adecuado para dicho propósito es hacer uso de materiales magnéticos que no contaminen como es el caso de la magnetita; posteriormente se agregó a los nanotubos de haloisita para luego adicionarlos a la mancha y recuperar el petróleo

 

Existen tres maneras de recoger hidrocarburos del agua, uno de ellos es usar tensoactivos (un detergente que se disuelve, pero que deja burbujas en el mar); también se puede quemar pero provocaría mayor contaminación ambiental por las partículas de CO2, azufre, etc; y, la más viable: la recuperación magnética.

 

Por eso se ideó un soporte para la magnetita, pues no quería mezclarse con los nanotubos de haloisita debido a que ambos tienen propiedades absorbentes; sin embargo, al retirarla de los nanotubos se quedaría en el agua, contaminando. Por eso, crearon un nanocomposito (material con propiedades singulares) y lo evaluaron con los diferentes tipos de petróleo.

Fue agregado como polvo para formar un ferrofluido y luego aplicarlo al campo magnético. como resultante los hidrocarburos más viscosos (los más difíciles de recuperar), logró mejores resultados ya que “permite recoger la mancha, el petróleo se extiende mucho, la va recogiendo y la podemos ir desplazando hacia donde lo vamos a recuperar”, explicó la académica Yolanda Vargas.

 

Al usar esta nueva tecnología, no solo se limpia el agua, sino que el material que se recupera se puede reutilizar ya que hace uso de material magnético y, aunque quedan algunos residuos, permanecen en los asfaltenos (compuestos químicos orgánicos del hidrocarburo crudo), lo cual le genera modificaciones. Por tanto, es factible procesarlo o destilarlo.

 

Fuente: GQ.com

No hay comentarios

Sorry, the comment form is closed at this time.