Twitter: la red con menos teorías conspirativas.

Por: Marcela Torres
Coordinadora de Marketing y comunicaciones

Las teorías conspirativas siempre han estado presentes en el pensamiento del ser humano, pero, con la aparición de las redes sociales, dichas teorías sobre la actualidad y que atribuyen causas y efectos, muchas veces fuera de lo convencional, han tenido un aumento en su difusión.

Para estas teorías las redes sociales son un factor importante en su difusión que además tienen una fuerte relación con el uso que se hace de las diversas plataformas por parte de sus usuarios y las creencias falsas.

Así lo demuestra un estudio realizado por la revista New Media & Society, dicho estudio esta es dirigido de manera conjunta por la profesora de Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) Ana Sofía Cardenal Izquierdo, de la mano de otras diecinueve universidades, las cuales han analizado de manera detallada la difusión de la información en las redes sociales.

 

Dicho estudio indica que cada plataforma social tiene distintas maneras de influir en la expansión de la información conspirativa, algunas benefician la expansión de información falsa más que otras.

Dicha diferencia en la expansión de información se debe a la arquitectura y prestaciones de cada red social, lo cual potencia de maneras diferentes la difusión, además el comportamiento de los usuarios, las interacciones y los procesos de información.

Por dar un ejemplo “las características y particularidades de funcionamiento de Twitter hacen que sea una red social más orientada al consumo de noticias, aumentan la presión social sobre lo que se publica, lo que a su vez podría reducir la circulación de información no verificada o de tipo alternativo respecto a otras redes sociales, como Facebook o YouTube, con características más favorables a la difusión de estas teorías”, explicó la profesora Cardenal.

Diecisiete países europeos hicieron parte del estudio mediante encuestas antes y después de la pandemia, acerca de las distintas redes sociales, tales como Twitter, Facebook, Youtube; así como distintas plataformas de mensajería como WhatsApp, esta encuesta asegura que no todas las plataformas favorecen la difusión de información, también asegura que momentos específicos como el comienzo de la pandemia tuvieron una fuerte incidencia en la distribución de los contenidos.

Para el caso puntual de Twitter, el contenido conspirativo es rápidamente desacreditado y suele ser superado por información de mejor calidad o simplemente porque esta red tiene una gran cantidad de usuarios dispuestos a corregir informaciones falsas compartidas por otras personas.

Por otra parte, los usuarios de Twitter “combinan una educación superior a la media de otras redes sociales, con una mayor tendencia a buscar noticias y participar en debates políticos que en cualquiera de las otras plataformas, y los usuarios acuden a fuentes de información fiables y de mayor calidad”, dice el análisis.

Para el caso de WhatsApp donde el vínculo entre usuarios es más cercano, las personas no participan tanto en la verificación de las informaciones erradas o de contenido dudoso.

“Es más, existe una relación positiva entre usar Facebook, YouTube y WhatsApp y tener creencias de conspiración sobre covid-19, por ejemplo, así que este tipo de redes sociales y plataformas de mensajería tienden a ser espacios más privados y protegidos, lo que podría aumentar la circulación de información alternativa”, aseguró la profesora Ana Sofía acerca de la difusión fake news y conspiraciones en estas redes sociales.

“La mayoría de la población favoreció la difusión de este tipo de informaciones no verificadas en las distintas redes, por tanto, en los primeros meses de la pandemia se dio la tormenta perfecta y este desequilibrio entre la demanda y la oferta se convirtió en una oportunidad para que circularán todo tipo de conjeturas y explicaciones falsas sobre el virus”, enfatizó la investigadora.

Fuente: El Tiempo

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